
¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Ubicándonos en el marco de una educación basada en el desarrollo de competencias es indispensable partir de una concepción sólida del aprendizaje; conviene entenderlo como un proceso intrínseco del individuo mediante el cual puede transformar su identidad personal y se mejora como ser humano al mismo tiempo que desarrolla estrategias para desenvolverse acertadamente en su entorno.
Como puede apreciarse, el aprendizaje no sólo significa que el sujeto desarrolle competencias operativas propias de la empresa, sino que trascienda a la promoción de saberes entendidos como conocimientos, habilidades, valores y actitudes, los cuales respondan al interés del propio alumno y que al ser movilizados puedan dar origen a nuevas competencias.
Al ser un proceso intrínseco, el aprendizaje basado en competencias guarda una estrecha relación con la concepción constructivista, principalmente en lo concerniente al empleo de conocimientos previos para generar nuevos aprendizajes, la consideración de la adaptación por medio de esquemas de acción, la importancia de l discurso en el proceso educativo, la socialización del conocimiento y la situación dentro de la zona de Desarrollo Próximo entendida como la distancia entre el nivel de desarrollo real del sujeto y el nivel más elevado de desarrollo potencial.
Entonces podemos establecer que el aprendizaje es un proceso complejo que requiere la consideración de las características individuales de los alumnos así como de los principios del aprendizaje significativo y del aprendizaje situado. Todo ello con el objetivo de trascender hacia una formación que considere el mejoramiento y transformación integral del individuo.
Respondiendo a la interrogante inicial diremos que el aprendizaje no se puede medir con base en unas preguntas referidas a algunos contenidos cualesquiera, para ello se requiere de otros medios e instrumentos que aprecien el resultado del proceso pero también sus fases intermedias, es decir de un seguimiento continuo.
Hola Jose Alfredo.
ResponderEliminarCreo que el conductismo a pesar de toda reforma sigue imperando hasta en nuestra vida cotidiana y sobre todo en nuestros hogares, pero sin duda el enfoque por competencias nos llevará a mayores aprendizajes significativos por el hecho de (como lo mencionas) ser un proceso complejo.
SALUDOS¡¡¡
¡ Que tal ¡ José Alfredo
ResponderEliminarConsidero que la socialización no esta divorciada del saber hacer (conocimiento) por decirlo asi, en todo ambito, laboral, escolar y familiar, los valores son parte integral de las personas, la RIEMS no propone cambios estructurales para preparar a nuestros alumnos para las exigencias del mundo actual, pero sin dejar a un lado el desarrollo del SER, ya que este le permitirá integrarse a la sociedad en cuanto a relaciones humanas. Asi que seguimos trabajando aún con el conductismo.
Saludos, feliz semana.
Mary
José Alfredo:
ResponderEliminarEl análisis sobre el fenómeno de evaluación por competencias parece de tipo epistemológico, muy rico en contenido conceptual.
De mi parte te invitaría a realizar lo mismo para plantear formalmente una propuesta para evaluar las competencias (procedimiento, técnicas e instrumentos).
Sería buen complemento a la información que presentas en los escritos ¿tú que opinas?
Saludos.
Hola José Alfredo: Gracias por la invitación para visitar y comentar tu bitácora y concidero igual que tu que el proceso de aprendizaje es algo complejo, pero que no solamente depende del alumno si no también del entorno y del docente.
ResponderEliminarRecibe un cordial saludo.